Existe una Sudáfrica salvaje con una fauna y flora en todo su esplendor (el parque Kruger, las reservas de Madikwe y Phinda…), una Sudáfrica en la que etnias y tradiciones ancestrales salpicarán tus excursiones, y una Sudáfrica moderna que te asombrará con ciudades como Ciudad del Cabo.
Bañada por el Atlántico y el Índico, su inmensidad alterna montañas, sabanas, estepas, desiertos y costas impresionantes. Tierra de safari y aventura por excelencia, el Kruger destaca en este mosaico por su concentración de animales, su rica biodiversidad y grandes espacios que invitan a la ensoñación.
Otro de sus enclaves irresistibles es la región de los vinos, donde podrás degustar los caldos de los principales dominios de fama mundial y también apreciar el elegante pasado de sus ciudades históricas, Stellenbosch, Franshoek y Paarl, que hunden sus raíces en la cultura europea.