Vietnam nunca se olvida. Quedan grabados en la retina la bahía de Along, las montañas recubiertas de arrozales en terrazas, el delta del Mekong, las islas casi desiertas como Phu Quoc… pero también su cultura fascinante, procedente de sus 54 minorías étnicas, y tres ciudades impactantes: la antigua capital de Hué, la histórica Hanoi y la vibrante Ho-Chi-Minh (antes Saigón).
A lo largo de su franja terrestre en forma de S encontramos además las exuberantes montañas de Sapa, ideales para hacer senderismo; Dalat, con sus villas y palacetes coloniales de aire modernista; y Hoi An, un remanso de ensueño con sus antiguas mansiones de ricos mercaderes al borde del rio Thu Bon, muy cerca de las magníficas playas de Cua Dai y Nam Hai.
Haciendo frontera está Laos, otro país de vértigo, el antiguo reino del “millón de elefantes”, que seduce por los paisajes salvajes de sus montañas, en los que viven etnias de origen antiquísimo; su rico patrimonio arquitectónico; su atmósfera francesa; y sus tradiciones budistas. Los enclaves ‘top’ son la ciudad de Luang Prabang por sus templos y edificios coloniales; Vientiane por su encanto decimonónico; Vat Phou, tesoro del arte Jemer; los picos karsticos sobre el Mekong; y los impresionantes rápidos de Si Phan Don.